Y aparece el Rey con un pasamontañas entrando en uno de sus cuartos de baño, coge una botella de gel hidratante y comienza a untar con su contenido a un gato de mármol que hay tallado en la propia piedra sobre la que fue construído su palacio. Se gira. Por un momento se cuestiona sobre si realmente está malgastando tiempo, esfuerzo y carne; pero descarta esa idea rápidamente. De súpeto, aparece un raposo e dille ás pitas: “Yo no soy archiduque de nada. Soy un humilde lobo”. A lo que una gallina responde: “Humilde ou humildred? Como Mildred, a marca esa dos queiques?”.
Se cierra el telón.
Como se chama o teu xinecólogo?
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